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ANÁLISIS ELECTORAL



Hoy ya es martes y creo que ha pasado el tiempo suficiente para hacer un primer balance de las elecciones del domingo. No pretendo abrumaros con cifras, representaciones, ni nada parecido, sólo pretendo hacer un análisis desde mi punto de vista de los resultados.
En primer lugar debemos de analizar la participación, tanto el PSOE como el PSOE, supieron movilizar a sus fieles a las urnas. De esta manera sus votos se movieron en cifras similares a los de las elecciones de hace 4 años. IU por su parte demostró que ha perdido capacidad de movilización o bien que sus electores le pasan factura por los pactos de gobierno. Pero otra vez la nota predominante en estas elecciones volvió a ser la baja participación, si unimos los que se abstuvieron y los que votaron en blanco, tendremos la alarmante cifra de un 38% de asturianos que mostraron su desencanto por la política y los políticos asturianos. Lo que supone un leve incremento con las elecciones de hace 4 años.
No soy sociólogo ni pretendo serlo, pero en mi humilde opinión esto refleja algo, que esa gran mayoría que no vota o lo hace en blanco no está con Areces. Pero sin embargo no ven ninguna alternativa lo suficientemente sólida para que opte a pelear el gobierno. De eso los grandes responsables son los miembros de la oposición. El PP presenta un candidato blando y con un perfil de perdedor, como demostró durante toda la campaña y sobre todo al final cuando incluso hablaba de pactos con Unión Asturianista (luego hablaré de ellos), para lograr el gobierno. IU presenta una candidatura que lo único que busca es la representación mínima y esperar el traspiés del PSOE para pactar y lograr Consejerías, por eso no pueden verse como una verdadera alternativa. El resto de las alternativas todas muy respetables, lo único que propician es la dispersión de votos, incluso uniendo los votos de todos esos partidos (exceptuando Unión Asturianista) sólo se lograrían entorno a 9000 votos (entre 7 partidos), entre la abstención y el voto en blanco se contabilizarían 340.000 (el PSOE gano las elecciones con 243.079 votos). O lo que es lo mismo sólo los votos de los que no votaron podrían haber hecho que un partido hubiese rozado la mayoría absoluta.
En este humilde análisis me había dejado hasta el momento el papel jugado por Unión Asturianista, un partido que pretendía venderse como alternativa y que las urnas y la abstención le han enseñado cual es su futuro 13.255 votos no es un aval para continuar y pensar que es un proyecto serio. Ese experimento surgido de la imaginación de Sergio Marqués y de Xuan Xosé Sánchez Vicente ha demostrado que es un rotundo fracaso. Un proyecto ideado para aprovechar los últimos coletazos de dos políticos que ya han dado todo lo que tenían y que sólo ansiaban una jugosa jubilación. Y que enviaban a “sus” partidos al desastre absoluto, cosa por otro lado lógica ellos los crearon, ellos eran sus partidos y ellos los destruyeron.
Así que un análisis de estas elecciones no debe olvidar esto, el asturianismo como lo conocimos se puede dar por muerto, el PAS debe replantearse su futuro, esa alianza con URAS no tenía sentido y los responsables de ella, con su presidente a la cabeza, tendrían que presentar su dimisión ya. Su incompetencia ha conseguido que la opción asturianista no esté representada en una legislatura en la que el futuro de Asturias se decidirá con la aprobación del nuevo Estatuto de Autonomía.
No obstante parece que se puede abrir una nueva vía en la región ese es el camino que nos parece indicar “Unidá”, una nueva forma de ver el asturianismo y que puede recoger la bandera que otros han demostrado no saber llevar. 3.848 votos no parecen suficiente aval para ver en ellos una apuesta en firme para el futuro. Pero nadie debe olvidar que son un partido creado a 2 meses de las elecciones. Si consiguen limar sus asperezas con la línea crítica de AA y aglutinar bajo sus siglas a parte de lo que ahora son partidos minoritarios, podrán llegar a ser una alternativa seria para las próximas elecciones. Parece que juventud y fuerzas les sobran para ello, pero habrá que esperar sus perspectivas para el futuro.Por último analizar al vencedor ficticio de estas elecciones y que no es otro que el PSOE con Areces a la cabeza. Otra vez han demostrado que la mayoría lograda en su primer gobierno fue un espejismo. Han perdido un escaño, han perdido votantes y se van a ver obligados a gobernar en las peores condiciones desde que Areces llegó al gobierno. Han demostrado ser un partido, con un mensaje agotado y un líder que da sus últimos coletazos. Sin una verdadera oposición y con amplias cifras de abstención sólo han conseguido sacar un escaño al PP y eso gracias al inventó de las circunscripciones que nadie entiende. Así que nos esperan 4 años de un gobierno sostenido con alfileres, de un gobierno que tendrá que sacar adelante un estatuto de autonomía, que ni ellos mismos parecen saber como será. Deberían tener en cuenta que quizás en las elecciones casi un 38% de los asturianos no expresaron su opinión en las urnas, pero tampoco lo hicieron en el último gobierno de González y sin embargo la calle acabo hablando, antes de los 4 años pidió el cambio.

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