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ARECES Y EL EJEMPLO DE COMO UNO+UNO, NO SIEMPRE SON DOS


En los últimos días creo que todos podéis haber leído en la prensa que el paro registrado en los Servicios Públicos de Empleo del Principado bajó en 3.331 personas en julio, lo que representa un descenso del 4,72 por ciento, el más elevado de todas las comunidades autónomas. Con estas cifras, el número total de desempleados en Asturias, tras cuatro meses consecutivos de descenso del paro, se sitúa en 67.261 personas de los que 31.688 son hombres y 35.573 mujeres.
Esto datos parecen magníficos siempre que se sepan manipular como se está haciendo, si nos quedamos con que durante el pasado mes se redujo en 1.922 el número de mujeres desempleadas, lo que supone un descenso relativo del 5,13 por ciento, mientras que salieron de las listas del paro 1.409 hombres (-4,2 por ciento), podríamos pensar lo bien que funcionan las políticas de empleo del Principado, pero si pensamos un poco más entenderemos que esto no es así. En términos interanuales el paro registrado en Asturias se incrementó en un 41,72 por ciento (19.800 desempleados más) y en lo que va de año el aumento fue del 4,41 por ciento con 3.105 inscritos más en las oficinas del Servicio Público de Empleo en julio que los que figuraban a comienzos de 2009.
Y curiosamente a nivel nacional el paro bajó en 20.794 personas (el 0,58%), con lo que sumamos tres meses de bajadas consecutivas y sitúa la cifra total de desempleados en 3.544.095 después de que en los últimos doce meses, y a pesar de tres el número de parados ha aumentado en España en 1.117.179 personas con respecto a julio de 2008, lo que supone una subida del 46,03 por ciento.
Así pues el global español también registra los tres meses consecutivos de bajadas y tres meses que coinciden con los avales a las obras públicas municipales (o lo que es lo mismo a la proliferación de zanjas) y al aumento de contrataciones por el periodo estival, pero no por política de empleo que en tiempos de crisis es lo mínimo que deberíamos pedir a nuestros gobernantes.
Otro dato también avala esta teoría de temporalidad laboral el pasado mes se suscribieron en Asturias 26.622 contratos, lo que representa un incremento de 3.165 (13,49 por ciento) respecto a junio, aunque en términos interanuales se registra un descenso de 4.876, un 15,48 por ciento menos que en julio de 2008. De la cifra total de contratos firmados en el Principado, 24.522 fueron "temporales" con un incremento del 13 por ciento (2.821) respecto a junio y un descenso del 14,31 por ciento (-4.094) en relación con el mismo periodo del ejercicio anterior. Así sólo 2.100 contratos tuvieron carácter indefinido con lo que pese a que esta modalidad registra un aumento del 19,59 por ciento (344) respecto a junio aunque cae en un 27,13 por ciento (-782) respecto a julio de 2008.
Así pues todas estas cifras se deben a circunstancias coyunturales del mercado de trabajo y sigue siendo necesario introducir reformas "estructurales" o lo que es lo mismo "Planes de Empleo". La prueba la tenemos en que en el segundo trimestre el paro subió en el Principado en 9.900 personas, lo que supone un aumento del 16,91%, siendo una de las comunidades autónomas que registró las mayores subidas junto a la Comunidad Valenciana (57.500), Andalucía (54.600), y Castilla-La Mancha (14.600).
Lo que situó a Asturias en los 68.400 desempleados con una tasa de desempleo del 14,04%, por debajo de la media nacional situada en el 17,92%, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
Y en los últimos doce meses según la misma fuente el paro subió en Asturias en 29.600personas, un 76,51% más, por encima de la media nacional del 73,7%.
Durante el pasado trimestre el número de personas ocupadas en Asturias descendió en 9.800, un 2,29% menos, alcanzando el número total de ocupados de 418.800 personas. Respecto al último año, el volumen de ocupados disminuyó en 36.500 personas, con un recorte del 8,02%, frente a la bajada nacional del 7,25%. Además, el número de personas activas en Asturias es de 487.200, con un centenar más, lo que supone un aumento del 0,01%.
La tasa de actividad en Asturias es del 52,18%, por debajo de la media nacional del 60,06% y la más baja de las comunidades autónomas. Los hombres registran una tasa de paro en la comunidad del 12,98% siendo 34.200 desempleados, mientras que su tasa de actividad es del 59,46% y están ocupados 229.200 varones. Entre las mujeres la tasa de paro es del 15,27% con 340.200 desempleadas, y la tasa de actividad es del 45,61% con 189.600 ocupadas.
Como defensa de estas cifras que no cuadran, el Principado se escuda en que hay "demasiado contraste" entre los datos del segundo trimestre de la Encuesta de Población Activa (EPA), que apunta un aumento de 9.900 desempleados en Asturias, con los del Instituto Nacional de Empleo (INEM), que señala un descenso de 375 parados.
Los responsables del Principado con esta explicación parecen obviar que la EPA es el dato prioritario en la medición del paro. Es el indicador admitido por la UE y el que se compara con el resto de Estados miembros para ver la evolución del mercado laboral. De hecho, es la única medición que se asume como ortodoxa para examinar la tasa. Debemos recordar que a principios del año en Asturias, la diferencia entre la tasa de paro que mide la EPA y la del INEM ascendía a 4,4 puntos (lo que deja en el limbo a 27.246 parados), en esos momentos el gobierno no dudaba de la fiabilidad del EPA para medir el número de desempleados y del que dudaba era del INEM.
Un informe del Consejo Superior de Estadística indica que las diferencias entre el paro de la EPA y el Inem se deben a que para calcular el paro registrado el Inem excluye a determinados colectivos que, sin embargo, la EPA sí incluye'. Ejemplo: los estudiantes que buscan trabajo que la EPA puede calificar de parados, y el Inem no. Frente a los 500.000 jóvenes de 16 a 24 años que figuran como parados en la EPA, el Inem registra sólo 257.000 (exclusión del 50%).
También se excluyen aquellas personas paradas que no se registran en las oficinas del Inem. Sólo es obligatorio estar inscrito para los perceptores de prestaciones y subsidios de paro. Para los que no cobran, la inscripción es voluntaria. Por ello, muchas personas pueden estar paradas en la EPA y no figurar inscritas en el Inem. Algunos se encuentran desanimados, no creen que el Inem les pueda encontrar un puesto de trabajo y no se inscriben. Según el Consejo Económico y Social, el Inem colocó directamente el 15% de las ofertas recibidas por las empresas, el 85% restante encontró trabajo al margen del Inem. En concreto, a través de un familiar o amigo y anuncios de prensa.
Pero las divergencias entre EPA e Inem no son puramente cuantitativas. Las cifras del paro no son el simple registro del número de personas sin trabajo: es una clasificación de las personas en paro. Con la misma edad y en la misma situación se puede ser activo, parado o inactivo. Por ello, la adscripción a la categoría de parado registrado es un componente muy subjetivo: es la propia declaración del individuo, en cuanto su situación, la que la determina. Tiene sus límites en su propia naturaleza.
Al ser los datos del Inem de origen administrativo, son un instrumento sensible a toda modificación de la reglamentación, de la actitud de las personas hacía la institución o de la gestión de los ficheros. En este contexto, analizar el paro mensualmente como una foto fija nos puede conducir a errores de interpretación. Los análisis interanuales, por su mayor horizonte temporal, son más adecuados. Por ejemplo: un determinado mes del año que coincida con el comienzo de cursos de formación destinado para parados conlleva una disminución del número de desempleados, sin que medie un aumento de la actividad económica. Las razones hay que buscarlas en que los asistentes a los cursos son excluidos de los registros como parados.
Y todo esto sin obviar lo dicho anteriormente el paro de la EPA es el "único" instrumento válido para realizar tanto comparaciones internacionales como para reflejar mejor la realidad del mercado de trabajo. Tiene la solvencia y el crédito suficiente para ser respaldada por la Oficina Estadística de la UE (Eurostat). Su utilización es aconsejable por gozar de mayor credibilidad que el Inem y proporcionar una información más adecuada que permita tomar decisiones para solucionar el paro. En este sentido, la información es la materia prima de la decisión; de su calidad depende la toma de decisiones. Gracias a ella se podrá identificar bien el problema y sus características, buscar alternativas de resolución y evaluarlas.
Una mala información tiene consecuencias económicas y sociales nada deseables. Según Keynes: 'Para resolver un problema primero es necesario identificarlo, y a menudo el hacerlo con precisión supone la resolución del mismo'. Partiendo de esta premisa en Asturias resulta difícil la resolución cuando lo único que se busca es meter el problema debajo de la alfombra y hacerse el loco negando la realidad. Ahora ya no se puede presumir de la menor incidencia de la crisis en Asturias y es el momento de acometer medidas mucho más enérgicas y de envergadura para atajar la escalada imparable del paro. Problema al que debemos unir el preocupante descenso imparable en la población en edad de trabajar en la región, que contabiliza 2.800 menos que hace un año, mientras a nivel estatal se registran crecimientos, fruto de una evolución demográfica más dinámica.
En definitiva mucho trabajo que hacer y pocos trabajadores y en todos los sentidos para desgracia de muchos que ven como cada día se pierden mas puestos de trabajo mientras los resultados de las tan celebradas medidas de reactivación económica no nos dejan ver los atisbos de brotes verdes tan defendidos desde los despachos de Madrid y de Oviedo y lo que si nos empieza a mostrar son los años de mentiras y mala gestión.