EL DESASTRE ECOLÓGICO SIGUE ADELANTE: CALEAO TIENE LOS DÍAS CONTADOS

Parece que pese a la presión popular el PSOE asturiano sigue en sus trece y va a seguir con la construcción del embalse de Caleao.
La construcción del previsto embalse de Caleao, en el concejo de Caso, provocará un impacto «alto o muy alto» sobre la población de oso pardo. Así aparece reflejado en el estudio sobre el impacto de la infraestructura realizado por el Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (Indurot), perteneciente a la Universidad de Oviedo, por encargo de la sociedad estatal Aguas de la Cuenca del Norte.
El coste medioambiental, ya está contabilizado. Serán 9,6 millones de euros que deberán sumarse a lo que cueste la propia construcción de la presa. Ésa es la cifra que estima el estudio que sobre el pantano ha realizado el Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (Indurot) y que considera que, además, de los trabajos de restauración que incluya el proyecto de construcción de la presa deberá realizarse una serie de medidas compensatorias que tendrían un coste total de 9,6 millones de euros. La lista es larga y afecta tanto al patrimonio cultural de la zona como al medioambiental.
El embalse de Caleao dejará bajo sus aguas campos, zonas boscosas y edificaciones de alto valor patrimonial. Según el informe del Indurot, «el impacto de la construcción del embalse sobre los bienes inmuebles de valor patrimonial tiene un carácter irreversible y difícilmente evitable». Por ello considera necesario salvar «al menos» la maquinaria y las piezas más valiosas de los molinos de Caleao que quedarán bajo las aguas, así como trasladar la ermita de Nuestra Señora de Ricao a lugar seguro. Si eso no es posible, el informe considera como medida alternativa la construcción «de una réplica de ella que albergue elementos como imaginería o las tallas existentes».
El impacto sobre el oso pardo será «alto» o «muy alto» debido al efecto barrera de la infraestructura, que puede dificultar aun más la conexión de las dos poblaciones de plantígrados, la oriental y la occidental, que es uno de los objetivos de los trabajos de recuperación de la especie. Para frenar ese impacto el informe aboga por la construcción de un paso de fauna en la carretera AS-17 entre Campo de Caso y el puerto de Tarna, para facilitar el paso de ejemplares de Ponga a Caso. Pero el estudio no sólo habla de osos y ofrece un amplio arco de medidas que afectan a murciélagos, nutrias y a los desmanes ibéricos, una especie de topos.
Los expertos aseguran además que al efecto del embalse se suman los de otras obras en zonas próximas, «como son el complejo invernal de Fuentes de Invierno y la ampliación en León del complejo de San Isidro, creando un impacto sinérgico que estrecha el corredor. Este efecto sería muy superior al creado por el doble de cada uno de los impactos de forma aislada.
Los expertos también señalan que la necesaria construcción de una nueva carretera para llegar a Caleao provocará «un gran impacto en esta área del parque». Los ecologistas, que se oponen a la construcción del embalse, consideran que el estudio deja claro el grave impacto medioambiental que generaría el pantano.
Para imaginar el tamaño de lo que será el futuro embalse de Caleao lo más fácil es visualizarlo como si fueran campos de fútbol. Según el estudio del Indurot la nueva infraestructura supondrá la pérdida de unas 109 hectáreas, como casi tantos campos de fútbol. De ellas, 42 hectáreas son pastos catalogados como de elevada calidad y 27 hectáreas son descritas en el informe como «suelos muy productivos de vega».
El embalse de Caleao tendrá una capacidad de 33 hectómetros cúbicos y tanto el Principado como la Confederación Hidrográfica del Norte aseguran que serán los estudios de impacto ambiental los que decidan si la infraestructura se hace finalmente o no.
Sin embargo parece que sólo el Ministerio de Medio Ambiente tiene poder para frenar una intervención desastrosa. Como ya demostró al haber frenado en los últimos años la construcción de tres pantanos por sus efectos ambientales.
Los proyectos de las presas de Narla (Lugo), Bernardos (Segovia) y Matarraña (Teruel) han sido desestimados por su alto impacto. En septiembre de 2004 el Ministerio rechazó la construcción del embalse del río Narla, un pantano con capacidad para 10 hectómetros cúbicos proyectado para abastecer de agua a la ciudad de Lugo. Medio Ambiente rechazó el proyecto del Narla porque el embalse fragmentaría el ecosistema de la zona, un enclave catalogado como lugar de importancia comunitaria (LIC) ubicado en Terra do Miño, espacio declarado por la Unesco Reserva Mundial de la Biosfera. Unas catalogaciones que también tiene el parque natural de Redes, donde se encuentra Caleao, ya que la zona también está catalogada como LIC y como Reserva Mundial de la Biosfera. En enero de 2005, el Ministerio de Medio Ambiente también impidió la construcción de la presa segoviana de Bernardos, debido al impacto irreversible sobre la vegetación, los milanos reales y las cigüeñas que anidan en la zona.
Por último, en julio de 2005 Medio Ambiente también rechazó el proyecto de Matarraña. La decisión se basó en la afección que la infraestructura provocará a un río propuesto como LIC, lo que pondría en peligro a especies amenazadas como la nutria o el cangrejo de río.
Así que lo único que nos queda es apelar a la sensatez del Ministerio de Medio Ambiente, porque la de nuestros políticos goza por su ausencia. Esos políticos que presumen en sus campañas de la Asturias "Verde" y que luego aprovechan la mínima oportunidad para plegarse ante los intereses del especulador de turno. La presión popular parece que no la tienen en cuenta, pero haber si la tienen en las elecciones, para las que faltan pocos meses. Algunos políticos deberian darse cuenta de que están puestos por los ciudadanos y como los ponemos podemos quitarlos. Asturias no es propiedad suya, sólo tienen la función de gobernarla y conseguir lo mejor. Aúnque a veces parece que sólo entienden lo mejor para sus bolsillos.