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LA CAÓTICA SITUACIÓN DEL MATERNO-INFANTIL DE ASTURIAS


Hoy en la prensa se ha venido a constatar una realidad alarmante pero que era evidente. La Policía Nacional se ha visto obligada a intervenir en más de 30 ocasiones en los últimos tres meses ante la conflictividad de la Unidad de Primera Acogida del Centro Materno Infantil.
Las intervenciones responden siempre al mismo patrón. Los agentes reciben una llamada de los trabajadores del centro ante las dificultades para controlar a los menores, fundamentalmente de origen marroquí. Los policías se presentan en la unidad y comprueban los insultos y amenazas de un pequeño grupo de estos chicos, no más de cuatro, hacia otros compañeros y hacia los educadores. Este cuerpo de seguridad reconoció ayer que, en ocasiones, ante la actitud de los menores los agentes tuvieron que emplear la fuerza para reconducir la situación.
La situación del Centro Materno Infantil vuelve a saltar así ante la opinión pública tras la celebración ayer de una comparecencia de Laura González, consejera de Vivienda y Bienestar Social, a petición del Partido Popular. González reconoció que la situación de la Unidad de Primera Acogida no es la idónea pero aseguró que su departamento ha puesto las medidas que están en su mano para corregir posibles deficiencias.
Sin embargo no es una situación reciente es algo que se venía fraguando desde hace tiempo. El 14 de diciembre tras la falta de interés de la autoridades políticas por el funcionamiento del centro se produjo una concentración de trabajadores del Centro Materno-Infantil ante la Presidencia de Gobierno, con el fin de denunciar, más de un año de sobrecarga en módulos y apartamentos, Saturación de la Unidad de Primera Acogida y la presencia de Menores tutelados en acogimiento residencial por demasiado tiempo.
Sin embargo sus reivindicaciones no fueron escuchadas por la administración que lo redujo a problemas de masificación y hacinamiento.Tampoco fue tenida en cuenta la carta que J. Aurelio Sanchez Fernandez (Responsable Unidad de Primera Acogida) escribió el 22 de Diciembre de 2006 a la la Sra. Consejera de Vivienda y Bienestar Social en la que explicaba los que los verdaderos problemas no eran sólo el hacinamiento sino que los problemas eran otros y mayores. Denunciaba la falta de interpretes en el centro y de asistencia letrada al menor, algo exigido por Amnistía Internacional. El abuso en el uso de la “tutela en suspenso” ocasionada por la lentitud de las Administración para proporcionar la tutela oficial (por el fracaso de los planes y programas realizados durante el año pasado, con intención de fomentar el acogimientos)lo que provoca incertidumbre frente a la situación administrativa del niño acogido, que sufre así la constante amenaza de las repatriaciones. La existencia de una falta de coordinación institucional y una ausencia de criterios comunes en materia de atención y de protección, lo que provoca una inseguri­dad jurídica de la situación del menor tutelado. La insuficiencia en las prestaciones sanitarias y en la “seguridad e higiene” de los centros. Las limitaciones y condiciones de los recursos residenciales destinados a estos menores, especialmente en cuanto al número de plazas disponibles, lo que hace que los centros de acogida estén muy frecuentemente desbordados. Las dificultades en la escolarización y respuesta educativa a las necesidades lingüísticas y de calificación profesional de estos menores. Cómo se tienen juntos niños de tres años junto a chavales de diecisiete o a punto de cumplir dieciocho. La omisión deliberada de la Sra. Consejera de todos los escritos y trabajos que desde este Equipo de la Unidad de Primera Acogida se le han remitido al I.A.A.S.I.F.A. Finalmente denuncia la falta de recursos de inserción y de formación adecuados a las necesidades de los menores, salidas preelaborales, atención medica especializada para algunos.
La CSI también realizó un comunicado por parte de Luis Manuel Rodríguez García ( Educador de la Consejeria de Bienestar Social), en el que respondía a las palabras del Director General de Servicios Sociales,Comunitarios y Prestaciones del Principado, Don Pedro Rodríguez, que considera que no eran necesarios más recursos por parte del Gobierno Central para la acogida e integración de inmigrantes. Luis Manuel Rodríguez incidía en ese comunicado en la problemática del trato a los menores. Según sus palabras en el año 2006 se acogieron en Asturias a 94 menores inmigrantes en la Unidad de Primera Acogida (UPA), a los que habría que añadir otros veinte menores ( procedentes de Canarias, y que fueron directamente alojados en la Fundación Hogar de San Jose). La mayoría, salvo la UPA, de los Centros de alojamiento carecen de personal que sirva de interprete y de mediador cultural. Gran parte de esos Centros necesitan urgentes obras de rehabilitación, no se ha construido un Centro nuevo en los últimos 18 años y de ocho areas socio-sanitarias- solo hay centros en cuatro.
Denunciaba como los menores protegidos debían dormir hacinados por falta de espacio, como los menores de tres años pasan meses y meses en pequeñas salas sin que los programas de adopción y acogimiento acaben de funcionar dándose situaciones de "maltrato institucional. Finalmente analizaba como los presupuestos resultan insuficientes, las previsiones indican que van a seguir llegando menores inmigrantes, a los que hay que proteger, y que van a suponer un incremento de al menos un 25% respecto a los que llegaron en 2006 que fueron de 94 (43 en 2005). Al mismo tiempo los recursos en programas de Centros contemplados para el año 2007 por el IAASIFA no suponen un incremento del 25% (cuanto, un 6 o 7%).
Todas estas quejas realizadas como veis, por trabajadores de esos centros de acogida no fueron tenidas en cuenta por la Administración Asturiana y sobre todo por su Consejería de Bienestar. Reconduciendo el problema al inicial un problema de hacinamiento. La masificación coadyuga a que los problemas se agudicen y las deficiencias sean más notables, pero no solo es problema de hacinamiento. El problema principalmente es que en un mundo donde la inmigración está desbordada (sólo hace falta ver los periódicos) se le debe de buscar soluciones. Las llegadas masivas de inmigrantes (muchos de ellos menores) se está demostrando que no se puede evitar. Por lo que no nos queda otro remedio que adaptarnos a los tiempos que vivimos y saber responder a ellos. Nos vemos obligados a desarrollar centros de acogida, porque carecemos de infraestructuras para hacer frente al fenómeno de la inmigración. Por eso no podemos intentar responder con los medios existentes hace 20 años, cuando la inmigración no era problemática. Debemos de aumentar los recursos, que ahora resultan insuficientes y sobre todo debemos de escuchar las peticiones y las sugerencias de los responsables de esos centros, que son los que realmente conocen el tema (eso es el ejemplo de talante y diálogo).
Lo contrario a todo esto es esperar a que la situación se vuelve cada vez más caótica, los inmigrantes van a seguir llegando y debemos de estar preparados para acogerlos. Ellos se juegan la vida para buscar un futuro, que en sus fronteras no tienen. Y no lo olvidemos en este caso son niños que deben de ser tratados, con todos los medios que garanticen la protección total de un menor. Espero que al problema se le busque una solución, porque ni los menores ni los trabajadores de los centros merecen seguir en una situación como la actual.

1 comentario:

Anónimo dijo...

tengo la solucion: reenviarlos a marruecos con una somanta de propina