En los últimos meses todos creo que oimos hablar del famoso centro Niemeyer de Avilés que debe de acoger el Museo de los premios Príncipe de Asturias. Sabemos mucho de su maqueta pero muy poco de cual será su contenido que tendrá su museo, de quién va a correr con el gran gasto que supondrá tenerlo en funcionamiento y de lo qué se va a meter durante los doce meses del año en un auditorio para 1.200 espectadores.
Y todo esto nos hace olvidar que Avilés es una ciudad con suficiente patrimonio para tener un museo propio, y cuando digo un museo no me refiero a ese edificio de 600 metros que dos promotores construirán en el solar anejo a la Escuela de Cerámica y que tendrá menos espacio que el palacio de Valdecarzana. Porque no se pensó como sede del museo edificios históricos de Avilés como Camposagrado (que se quedo pequeño para la Escuela de restauración), el Palacio de los Ponte (con unos cines en crisis), el de Maqua (que se va a quedar sin servicio con los equipamientos municipales del Carbayedo) o ya si me apuran también valdrían las naves de Balsera (que se caen por el abandono).
El museo de la historia de Avilés, , será el segundo más pequeño de Asturias, por delante del Antón de Candás. Este proyecto es insuficiente para la aspiración de Avilés de de contar con museos, de los que carece actualmente pese a ser la tercera ciudad de Asturias con más población. En dimensiones este centro sólo superará, sin embargo, al Museo Antón en 200 metros cuadrados, aunque el número de habitantes de la ciudad es ocho veces mayor que Candás. Dos centros gijoneses, el Nicanor Piñole y el Casa Natal de Jovellanos, le siguen en tamaño.
El Museo Marítimo de Asturias, el único hasta ahora de la comarca avilesina, cuenta con 2.800 metros cuadrados de exposición, y 3.500 si a eso se suman la biblioteca y los despachos. En cuanto al equipamiento más reciente de los abiertos en Asturias, el Museo del Jurásico (Muja), tiene 5.000 metros cuadrados, de los cuales 1.500 están destinados a la colocación de las piezas. (Ver gráfico). Si la comparación se hace con otras iniciativas nacionales parecidas a la proyectada para Avilés, puede tomarse como ejemplo Gerona. Es una ciudad con un número similar de habitantes que también cuenta con un museo dedicado a su historia, entre otros equipamientos culturales. El museo está habilitado en el antiguo convento de San Antonio, del siglo XVIII, de frailes capuchinos, y tiene una superficie total de 3.342 metros cuadrados. Este centro catalán ya resolvió la asignatura que aún tiene pendiente el de Avilés, como es definir su contenido. Las distintas salas van construyendo el memorial de la historia de la ciudad, con epígrafes como «Antes de Gerona», «Romanos y visigodos», «La guerra del francés» o «Industrialización». Con el objetivo de acercar a todo el mundo de forma amena a la historia de la ciudad, programa un amplio número de actividades, tales como visitas guiadas a la exposición permanente y a las muestras temporales, visitas teatralizadas, talleres, juegos, conferencias y seminarios, itinerarios por la ciudad, espectáculos, material didáctico y una tienda-librería.
El Museo es Avilés será proyectado como no por historiadores a fines a la alcaldía, como Juan Carlos De La Madrid y su hermano Vidal que afirman que van a hacer una propuesta original e innovadora. Porque no se cuenta en el proyecto con otros historiadores de tanto o más prestigio como Francisco Mellén Blanco también de Avilés.
La realidad es que mil años de historia de la localidad quedarán encerrados en 600 metros cuadrados, distribuidos en cuatro plantas, en las que como mucho se podrá aspirar a construir salas didácticas. Podrá ese museo recoger la historia de Pedro Menéndez, las obras de los grandes pintores avilesinos, el valiosísimo Fuero de Avilés, la maqueta del Avilés medieval, daría cabida a la extraordinaria colección de cerámica que tiene don José Manuel Feito en su parroquia de Miranda, se podría mostrar la valiosa exposición de antigüedades náuticas que ha presentado recientemente Tito Fernández.
Sinceramente yo creo que en 600 metros no se podría, Avilés está perdiendo una oportunidad de mostrar al mundo su patrimonio. Los intereses políticos vuelven a pesar demasiado y los unicos que se van a beneficiar de ese museo son los constructores, que obtendrán a cambio "más edificabilidad en la avenida de Alemania". Los empresarios ganarán un 65 por ciento más de edificabilidad en la avenida de Alemania que permitirá incrementar de 112 a 185 el número de viviendas libres a construir, aproximadamente.
Donde están ahora las plataformas ciudadanas para defender la instalación en Avilés del Centro de Arte Contemporáneo, que finalmente se llevó Gijón. Que fue del proyecto del museo de la Siderurgia en la antigua térmica de Ensidesa que se comprometió como sede de un «equipamiento cultural singular», que aún está pendiente de ubicación.
Como siempre los políticos de Avilés por sus intereses personales, dejan pasar las oportunidades de relanzar la ciudad y también como siempre los damnificados volvemos a ser los avilesinos que por su desidía estamos condenados a olvidar nuestra historia.
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