Related Posts Widget for Blogs by LinkWithin

¿QUÉ PASÓ CON EL "MANÁ" DE LOS PUERTOS DEPORTIVOS DE ASTURIAS?


No hace tantos años nos vendieron que la construcción de los puertos deportivos, se convertiria en el impulso que Asturias necesitaba para reactivar su economía, através del turismo. Hoy las evidencias nos demuestran que como siempre nos han vuelto a engañar. El Principado no sabe gestionar las posibilidades turísticas de la región y una de esas posibilidades es el turismo que puede llegar através de los puertos asturianos, en una región inminentemente marinera. La náutica deportiva es un sector en expansión en todo el Principado y constituye además un potencial turístico de enormes proporciones.
Sin embargo Asturias es la comunidad autónoma del norte de España con menos puntos de atraque para embarcaciones deportivas, pese al «boom» que esta actividad recreativa está teniendo en los últimos años. La escasez de instalaciones adecuadas hace que en los puertos exista una lista de espera para atracar embarcaciones. A lo largo del litoral asturiano hay repartidos catorce puertos con pantalanes para el amarre de embarcaciones deportivas o lugares específicos para ellas que tienen un total de 1.473 puestos de amarre, de los cuales la mitad está en Gijón. El resto se encuentra disperso por todo el litoral asturiano y sus usuarios denuncian numerosas carencias. Por el contrario, Cantabria, con sólo trece puertos, dispone de 3.100 puntos de amarre, y el País Vasco cuenta ya con dieciocho puertos deportivos, que suman nada menos que 4.823 amarres.
En el Principado hay un amarre para flota de recreo por cada 728,96 habitantes. Falta de instalaciones óptimas a lo largo de toda la costa que sean capaces de seguir el ritmo creciente de este subsector turístico ofreciendo los servicios adecuados, y la necesidad de cambio de filosofía de la Administración regional para que abra las puertas a la iniciativa privada y les dé facilidades para gestionar las instalaciones náuticas. Cuando la Administración construye infraestructuras debería alentar a otras instituciones a prestar los servicios que éstas demandan, para, de esta manera, optimizar el uso y disfrute de las instalaciones en beneficio de los ciudadanos, y no como ocurre ahora, que les ponen muchas trabas.
Lo sorprendente de todo esto es que Asturias supo de la importancia de este turismo, igual que la del rural, en la década de los ochenta, cuando el entonces presidente del Principado, Pedro de Silva, apostó por hacer en Gijón el primer puerto deportivo de Asturias. Con el paso del tiempo el turismo rural se convirtió en el buque insignia de este pujante sector económico de Asturias, mientras que el náutico naufragó en las aguas del olvido.
El Principado primero se dedicó a destrozar los puertos que tocó, como Candás, Llanes y Puerto de Vega, y también aparenta tener una visión raquítica del desarrollo portuario, con puertos en miniatura como el de Avilés o el que se esta proyectando en Luanco.
Muchos proyectos de puertos se fueron quedando en proyectos. Recuerdo el llamado "Puerto Norte", que pretendía recuperar la desembocadura del Nalón que explica como pocos las incongruencias de la política turística asturiana. El entonces presidente del Principado, Juan Luis Rodríguez-Vigil, imaginó en noviembre de 1991, como en un sueño, la construcción sobre aquella ría deteriorada de piscinas de agua salada, varios hoteles de cinco estrellas, un parque acuático, dos embarcaderos, quinientos apartamentos de lujo, un campo de golf, un gigantesco puerto deportivo, un solárium, una bocana dragada, dos paseos marítimos, más de tres mil metros cuadrados de zonas verdes, playa fluvial, tres polígonos industriales, la mejora de las comunicaciones terretres, y hasta un pintoresco ferry que navegaría el río, Pravia arriba.
Catorce años después "Puerto Norte" y es ni, más ni menos, la historia inconclusa de una comarca que a pesar de estrenar paseos y pantalanes hace un año, reivindica al Gobierno regional que salde la gran deuda con las localidades de La Arena (Soto del Barco) y San Esteban (Muros): el dragado íntegro de la ría del Nalón, por donde antaño bajaban mareas de carbón. Esta petición, no obstante, no es la única. En un año, los pantalanes para el amarre de lanchas de recreo han quedado pequeños debido al gran número de solicitudes presentadas por propietarios de embarcaciones, tanto en San Esteban como en La Arena, y los hombres de mar aún esperan que se mejore la bocana del puerto, ya que, dicen los marineros, «es peligrosa» para quien no conoce la entrada. A día de hoy, Puerto Norte es, pues, un paseo, unas piscinas de agua salada, un muro «botaolas» en La Arena, unas grúas industriales rehabilitadas en San Esteban y pantalanes con capacidad para un total de 114 embarcaciones en ambas márgenes del río Nalón. Actuaciones que le supusieron al Principado casi diez millones de euros. Pero aún está pendiente la obra principal: el dragado de la ría, una actuación que el presidente Areces anunció que se realizaría antes de 2007 y se le está acabando el tiempo.
Un planteamiento similar se da también en Ribadesella. Un nutrido grupo de aficionados a la náutica, muchos de ellos de fuera de la región, lleva dos años intentando fundar una escuela de vela. El Principado no les da permiso para instalar un hangar en el puerto en el que guardar todo el material de las clases. No necesitan ni subvenciones ni infraestructuras: sólo un papel por el que llevan veinticuatro meses estrellándose en los despachos.
En la actualidad se nos habla del macro-puerto de Avilés que nos dicen que garantiza el futuro del puerto. Con la creación de una 'zona de reserva' de más de 300.000 metros cuadrados en la margen derecha. Este espacio, distribuido en varias parcelas, podrá acoger la construcción de nuevas líneas de atraque entre los muelles de Aceralia y los de Alcoa, así como zonas de servicios portuarios que configurarán la gran ampliación para usos comerciales pretendida por el Puerto.A ello se suma la calificación de la zona de Las Canteras, también en la margen derecha, como suelos de uso «portuario comercial y complementario», en un área de casi 170.000 metros cuadrados que la Autoridad Portuaria adquirirá en los próximos años para destinarlas a uso logístico. Fundamentalmente, se trata del pretendido 'salto' del puerto deportivo a la margen derecha. Así, Fomento asigna al muelle Sur de la dársena San Agustín (hasta hace unos años asignada a Arcelor), un uso «náutico deportivo» o «no portuario».
De está manera se nos pretende vender un proyecto de un macro puerto deportivo, que todavía no dispone de financiación, ni de plazo de ejecución. Por lo que muy bien se puede quedar sólo en un proyecto, como tantos y tantos otros. No creo que el futuro de Asturias sea el turismo, eso sería un mensaje victimista. Creo en el turismo como complemento económico, pero no como motor económico de la región. Pero nuestros políticos que lo venden como la panacea, están haciendo muy poco para potenciarlo. A mi no me sirven unas cifras de aumento de ocupación hotelera, condicionadas por las desgracias de una región vecina. Asturias tiene "mucho que descubrir", como dicen las campañas institucionales, pero por su desidía también tiene muy poco que ofrecer.

No hay comentarios: