Hoy amanecimos con la noticia de que Air Asturias, "cuyo capital es en un 98% asturiano", desaparecerá como empresa, es decir sus vuelos quedan cancelados a partir del día 26. O lo que es lo mismo dos meses más tarde de que su único avión despegase por primera vez del aeropuerto de Asturias en un vuelo inaugural a París.
En los costados de los autobuses urbanos aún pueden verse los carteles de la campaña de lanzamiento de la misma Air Asturias que ahora anuncia por sorpresa la suspensión de sus actividades. Tan corta ha sido su existencia, que la noticia de su final casi coincide con la de su principio.
En enero del año pasado, la nueva aerolínea se puso de largo en Fitur, la fería turística más importante de España. Allí desveló su objetivo de enlazar el aeropuerto de Asturias con 21 destinos -9 en España y 12 en el extranjero-. En la lista había capitales europeas y cuatro puntos turísticos de América en los que Mall mantiene intereses hoteleros. Los propósitos se quedaron por el camino. La empresa se estrenó en noviembre tras varios retrasos desde junio. Estimaba llegar a 200 empleos a finales de 2006, pero cerró el año con 59. Sólo operaba cuatro líneas (Madrid, París, Roma y Lisboa) con un avión alquilado tras muchas dificultades y nunca cruzó el Atlántico.
José Antonio Fernández, presidente de la aerolínea, atribuyó ayer la dura decisión de quedarse en tierra en un tiempo récord a la baja demanda de usuarios, motivada, según él, por las franjas horarias adjudicadas para los diferentes vuelos, que no han sido, como recalcó, las óptimas.
Así se pierde una aerolínea que en la actualidad generaba entorno a 200 empleos y que prometía, que cuando alcancazara su plena actividad podría llegar a los 500.
Y que se va dejando una imagen de haber sido sólo una cortina de humo. Muchos dudamos del proyecto pero luego nos lo creimos y nos ilusionamos por un proyecto irreal.
Su carta de despedida sólo nos deja tristeza y hace que las dudas que antes nos panteabamos vuelvan a resurgir. Muchos hablaron de ella y llegaron a decir que sólo era una marca comercial con unas oficinas administrativas. Esta duda estaba alentada porque los aviones y las tripulaciones son de la compañía LTE (con la que se planteaba una alianza).
Otro dato que resulta curioso es como una empresa que poseía un capital de cuatro millones de euros y que contaba en su accionariado con importantes empresas como el grupo hotelero Celuisma (fundador y que llegó a controlar el 20 por ciento de la famosa compañía aérea Air Madrid) que controlaba el 88%, la constructora Mall con un 10% y el grupo Edefa un 2%, pueda tener una vida de sólo dos meses. Ningún empresario puede pensar que en este "complicado sector" va a tener los "aviones llenos" en tan solo dos meses. "Quizás son profundamente ingenuos, porque eso no se lo cree nadie". Además una empresa del sector de la aviación no puede nacer con la idea de ser rentable en ese breve plazo de tiempo.
También resulta curioso como el Gobierno del Principado evitó respaldar abiertamente el nacimiento de Air Asturias, negandóle cualquier ayuda, ante las dudas existentes sobre su viabilidad empresarial. Cuando sí se subvencionan campañas de promoción turística a las aerolíneas EasyJet, Air Nostrum o Air Berlín. El argumento: "Estas empresas tienen una trayectoria acreditada, Air Asturias era un proyecto".
El nacimiento de Air Asturias coincidió curiosamente con un momento de fortísima presión social, económica y política sobre el Gobierno de Asturias para que captase y subvencionase aerolíneas de bajo precio, imitando el caso cántabro y el de otras comunidades, para enlazar Asturias con un mayor número destinos europeos. Air Asturias, a la espera de recibir el Airbus 340 que le permitiera hacer vuelos transoceánicos, arrancó con vuelos nacionales (Madrid) y europeos (París, Roma y Lisboa). Y lo hizo en invierno, justo cuando Easyjet reduce enlaces entre Asturias y Londres por falta de demanda. Ahora, Air Asturias cesa sus vuelos con Europa por su baja ocupación.
El caso es un fracaso de un proyecto que había generado ilusión entre los asturianos se desvanece, en sólo dos meses y sin una explicación coherente. Es una pena que en esta tierra tengamos tipejos que se hacen llamar empresarios, podria haber sido un buen futuro para muchos, pero otra vez nos han tomado el pelo. Esperemos que el Gobierno Asturiano tome cartas en este asunto y exija las explicaciones a los responsables de la compañía, por las expectativas generadas, porque si no lo hace también podremos pensar que tienen algo que ver con el asunto.
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