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LA MARGINACIÓN Y REPRESIÓN DE LA LENGUA ASTURIANA



El 23 de Marzo de 1998, en el último año de la legislatura de Sergio Marqués se aprobo la LLEI 1/98, que pretendía sentar las bases para la oficialidad y la protección de la lengua asturiana. Y ajustar a la legalidad lo dispuesto en el artículu 31.2 del Estatutu d'Autonomía p'Asturies, en el artículu 4: "El bable va gozar de protección. Va promoverse su, su difusión en los medios de comunicación y su enseñanza, respetando en todo caso las variantes locales y la voluntariedad en su aprendizaje". En el artículo 10.1.15 en el que se señala como competencia del Principado: "El fomento y protección del bable y de sus diversas variantes que, como modalidades lingüísticas, se utilizan en el territoriu del Principado de Asturias". Y finalmente en este mismo artículo en su apartado 1.14, donde también se señala como una de las competencias del Principado: "El fomento de la investigación y de la cultura, con especial referencia a las manifestaciones regionales y a la enseñanza de la cultura autóctona".
Sin embargo todos sabemos lo que sucedió en 1999, Marqués perdió el gobierno y Álvarez Areces se hizo con él, o mejor dicho se lo dimos. Desde ese momento el asturiano comenzó a ser un tabú para el gobierno socialista y todo lo referente a la oficialidad comenzó a ser visto como un tema maldito o no prioritario. En el 2003 parecía abrirse un nuevo horizonte para el asturiano, el PSOE perdía su mayoría absoluta y se veía obligada a pactar con IU, que defendía la cooficialidad del asturiano. Todo se ponía de cara sobre todo con el nombramiento de Ramón de Andrés (conocido defensor del asturiano) como responsable de la Oficina de Política Lingüística del Principado. Sin embargo ya han pasado 4 años y es el momento de hacer balance y ese balance es francamente negativo para los intereses de la lengua asturiana.
No sólo la oficialidad no se ha conseguido sino que en el proyecto de Reforma del Estatuto planteado por el PSOE, ni siquiera se le da la calificación de lengua. Pero eso que es grave no es lo peor de lo realizado por el gobierno. Lo grave es que se ha iniciado una persecución de todo lo que huela a lengua asturiana. Ya en el 2003 algunos podréis recordar como miembros de Andecha Astur se encadenaron en Oviedo, ante la negativa de la Junta Electoral de admitir sus listas electorales en asturiano.
Pero los episodios represivos no se quedan hay hace unas semanas se conoció la sentencia del Tribunal de Justicia del Principado de Asturias en contra de la tramitación, por parte de la Universidad de Oviedo, de la Tesis Doctoral "El discursu de la periferia: proyectos autonomistes na Asturies contemporánea (1808-1983)" de D. Faustino Zapico Álvarez, por ir en lengua asturiana. A pesar de que la Universidad acaba de aprobar unos estatutos, publicados en castellano y en asturiano por orden del Claustro Universitario, donde en su artículo 6 dice que: "1. La Universidad de Oviedo, por ser universidad pública asturiana, adaptara sus leyes a la realidad y al ámbito de Asturias" y "2. La Lengua asturiana será objeto de estudio, enseñanza y investigación en los ámbitos que correspondan. Su empleo tendrá el tratamiento que fijen el Estatuto de Autonomía y la legislación complementaria, asegurando la "no discriminación de quien la use".
Todo esto resulta curioso para Universidad que formalmente tramitó la petición a Madrid de la creación de una Titulación de Filología Asturiana; una Universidad que capacita al profesorado de Educación Primaria y Secundaria para impartir la asignatura de Lengua Asturiana y Literatura.
La discriminación del asturiano también tiene su reflejo en los planes educativos, en el currículum de Educación Primaria publicado por la Consejería de Educación y Cultura, el texto mantiene el carácter voluntario del aprendizaje de la llingua, pero cambia la actual alternativa --cultura asturiana-- por el desarrollo de habilidades diversas que podrían incurrir en discriminación para los alumnos de asturiano (lo que supone una nueva vulneración de la Ley de Uso del asturiano). Así se pretende modificar el estatus del asturiano para que pase de ser una asignatura voluntaria a una optativa en competencia con otras materias. Si esto se hace, supondría la "lenta y paulatina desaparición" de la asignatura, que en la actualidad cursan 15.000 niños. El ejemplo lo tenemos en Secundaria, donde el asturiano debe competir con informática o francés y el número de matriculados es inferior a 2.000.
Finalmente hoy también se conoció un caso curioso con respecto al uso del asturiano, el Principado rechazó tramitar un permiso para operar por estar escrito en asturiano. El afectado por este vergonzoso caso es Xurde Blanco Puente, uno de los doce letrados del servicio jurídico del Principado y uno de los cuatro que lo es por concurso-oposición, además de Secretario de la asociación Aconceyamientu de Xuristes pol Asturianu y conocido autor literario de cuentos en asturiano.
En los últimos dos años ha sufrido dos infartos y un proceso de ansiedad, por los que estuvo varios meses de baja. La Consejería de Presidencia se ha negado en el último mes a tramitarle dos solicitudes de permiso -la primera para ser sometido a las pruebas previas a toda intervención y la segunda para la propia operación- al estar redactadas en lengua asturiana. Por lo que el letrado acude hoy al hospital sin la acreditación laboral correspondiente.
Como ya tenía antecedentes de que se le negaban solicitudes por presentarlas en asturiano, y debido a que se trataba de un problema serio de salud, cogió el impreso en castellano, pero lo rellenó en lengua asturiana. El texto en bable es breve. Alude a su puesto de trabajo de «lletráu» en el «serviciu xurídicu», y en la casilla en la que se exige explicar el «tiempo indispensable para cumplimiento de un deber inexcusable de carácter público o personal», Xurde Blanco responde: «Día 7-3-07, a les 9.30 hores, pruebes cardiolóxiques n'Hospital Xeneral d'Asturies».
La respuesta de jefe del servicio jurídico de la Consejería de la Presidencia, con fecha 6 de marzo, dice que «no resulta posible dar curso oficial» a la petición porque «el artículo 4.2 de la ley 1/98, de 23 marzo, de uso y promoción del bable/asturiano sólo contempla "las comunicaciones orales o escritas de los ciudadanos del Principado de Asturias", sin hacer mención expresa a los asuntos que, en relación con el servicio, planteen los funcionarios de esta Administración en su condición de tales». En el último párrafo, le advierte de que «la citada solicitud de permiso no va a ser tramitada salvo que se presente en lengua oficial y, asimismo, cualquier escrito que me presente en lo sucesivo en lengua no oficial será archivado sin más trámites, todo ello sin perjuicio de requerirle, formalmente, para que se abstenga de presentar escritos ante este jefe de servicio».
Lo que demuestra como en los casos anteriores que el asturiano pese a lo recogido en el artículo 4 de el Estatuto de Autonomía no goza de protección. Y por más que la Ley de Uso se esfuerce en dar seguridad de la no discriminación de los ciudadanos por el empleo de la lengua asturiana, los hechos demuestran, un día tras otro, que esa seguridad no existe y que los asturianos seguimos sin contar con un respaldo legal que no nos discrimine lingüísticamente y que garantice el derecho que, como ciudadanos, tenemos a expresarnos en nuestra lengua, oralmente y por escrito, y en todos los ámbitos y niveles comunicativos.
El asturiano tiene legalmente reconocida su condición de lengua, con la apoyatura de más de cien normas legales, entre ellas un convenio internacional y una ley orgánica. Si es una lengua, hay que aplicar la protección que recoge la Constitución. El contenido mínimo de la protección está establecido por la Carta Europea de las lenguas regionales y minoritarias, que ratificó Josep Piqué cuando era ministro. Esa Carta establece, entre otros, el derecho a dirigirse a la Administración en la lengua materna y a contar con un medio escrito, una radio y una televisión. En Asturias, ni se cumple la Carta, ni el mandato constitucional de protección.
La verdadera protección del asturiano no puede producirse sin su reconocimiento oficial en el Estatuto de autonomía. Yo no abogo por su imposición como alega la FSA para oponerse a su reconocimiento. Sólo pido que se le reconozca su carácter de lengua y como tal sea tratada, permitiéndose el uso normalizado que ahora se le niega. De nada sirve las revisiones toponímicas que se hacen, ni el cambio del nombre de las calles. Tampoco de nada sirve su uso propagandístico en las campañas electorales (sino fijense cuando empiece la pega de carteles).
Los actuales dirigentes del PSOE asturiano han demostrado en numerosas ocasiones que para ellos el asturiano no es ninguna prioridad y que su reconocimiento como lengua es improbable. La lengua es una riqueza no un factor diferencial, no lo debemos olvidar. Y Asturias tiene su lengua con sus variantes regionales, una lengua que se ha conservado y transmitido con los pasos de los siglos y que nosotros podemos ser los responsables de su desaparición.

1 comentario:

Anónimo dijo...

OFICIALIDÁ YA!!!!!!!