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MI PARTICULAR HOMENAJE A LA MUJER TRABAJADORA




Hoy día Mundial de la Mujer Trabajadora, día en el que la RTPA anuncia galas y programas homenajes al trabajo femenino, en es un buen día para hacer un repaso a como este colectivo, sigue siendo maltratado dentro de el entramado económico asturiano. Desde la irrupción de la mujer masivamente en el mercado laboral, sobre todo tras la caída del régimen franquista, Asturias ha demostrado su incapacidad para asimilarla dentro de ese mercado.
El perfil de la mujer parada en Asturias, es de entre 30 y 34 años con estudios secundarios, siendo las desempleadas asturianas las que tienen el mayor nivel de estudios del país. Por su parte, la mujer empleada responde a una persona entre 25 y 35 años que “ocupa los puestos más bajos”. La calidad de su empleo, mayoritariamente en el sector servicios, está muy lejos de lo deseable”. Trabajan por cuenta ajena, en el sector privado y a tiempo completo
Así el acceso de la mujer al mundo laboral asturiano sigue ofreciendo luces y sombras, según los últimos datos del Sistema de Información del Servicio Público de Empleo (SISPE). En los últimos cuatro ejercicios, hay 2.020 mujeres menos apuntadas en las listas del paro, ya que se ha pasado de las 37.595 de 2001 a las 35.574 que hay, de media, en lo que va de año. En términos porcentuales, el descenso supone una caída del 5,4%.
Sin embargo, pese al recorte, el paro femenino sigue siendo mucho mayor que el masculino: la falta de trabajo afecta a 35.574 mujeres frente a 22.124 varones. Esta situación implica que las desempleadas suponen el 61,65% del total de parados que hay en la región, mientras que los varones representan el 38,35%. Es cierto que, a lo largo de estos años, ambos datos se han ido recortando (en 2001, el porcentaje de paro femenino ascendía al 65,43% y el masculino, al 34,57%). Sin embargo, el paro con nombre de mujer no logra reducir ese 60% de representatividad sobre el paro global.
En 2006 alrededor de 12.200 asturianas se incorporaron al mercado laboral para trabajar o buscar empleo, lo que supuso un incremento de su tasa de actividad del 6,4%, hasta situarla en el 41,28%, y ha permito acortar distancias con el todavía amplio diferencial que la separa de la de los varones (59,01%) y de las mujeres españolas (48,56%).Las 24.200 mujeres desempleadas que la Encuesta de Población Activa detectaba en Asturias al finalizar el año proporcionan una tasa de paro femenino del 11,91%, muy superior todavía a la masculina (7,07%) y a la de las españolas (11,36%), pese a que el pasado ejercicio se recortaron las distancias respecto a ambos colectivos. El número de asturianas en paro se redujo en 1.700 personas.En Asturias, apenas 178.800 mujeres en edad de trabajar están efectivamente ocupadas. La tasa de empleo femenina, del 36,37%, está muy por debajo de la masculina (54,84%), y también de la media española (43,05%), aunque las distancias respecto a ambas se han reducido en 2006.El informe resalta que esta evolución no es tan positiva si consideramos que el empleo creado se concentró fundamentalmente en los servicios y en las ocupaciones menos cualificadas, ámbitos donde ya predomina la presencia de la mujer, por lo que la segregación sectorial y ocupacional existente en el mercado laboral asturiano se vio reforzada.Asimismo, la estabilidad del empleo femenino existente en la región ha seguido deteriorándose. Pese al notable aumento (10,5%) del número de trabajadoras con contrato fijo impulsado por la reforma laboral, el crecimiento del colectivo de trabajadoras con contrato temporal fue aún más intenso (12,2%), elevándose la tasa de temporalidad de las asalariadas asturianas unas décimas, hasta situarse en el 37,68%, y ampliándose el diferencial que mantiene respecto a la de los varones (26,54%) y la de las españolas (36,19%).Por último, la disparidad salarial entre hombres y mujeres continúa en niveles inaceptables, y no da señales de remitir. En 2004 el salario promedio anual de las asturianas fue, por término medio, inferior en un 38% al que perciben los varones, cuando dos años antes la brecha salarial se cifraba en un 31%.
Ahora bien, lo que ha disparado las alarmas es que, en noviembre, de las 1.036 personas que se apuntaron a las listas del paro, 887 tenían nombre femenino, lo que significa que ocho de cada diez nuevos desempleados fueron mujeres.
A esto debemos de unirle que en febrero el paro en Asturias descendió en 1.031 personas (el mayor descenso en años del paro en Asturias pero inferior a la media nacional), y de estas que sólo 29 eran mujeres.
Así Mes tras mes, cuando se da a conocer oficialmente la estadística del desempleo regional, los sindicatos UGT y CC OO ponen de relieve ese dato: que las mujeres representan más del 60% del total de parados que hay en el Principado. Desde 2001, esa tasa ha permanecido inmutable, salvo en tres ocasiones: en febrero de 2002 descendió al 58,15%; en diciembre de 2003, al 59,49% y en diciembre de 2004 al 59,56%
Toda estas cifras denotan por un lado que los empresarios siguen demostrando muy poca predisposición para la negociación colectiva de las medidas contempladas en la ley de igualdad. Y por otro lado que las medidas prometidas por el gobierno del PSOE para incentivar el trabajo femenino no están funcionando o ni siquiera existen.
Es curioso como el presidente del Gobierno del Principado, Vicente Álvarez Areces, en el Foro por la Industria, celebrado en Oviedo. Expresaba, ante empresarios y representantes sindicales su preocupación por que las industrias de la región «estén claramente dominadas por el género masculino, tanto en los puestos directivos como en los oficios y ocupaciones de todo tipo», al mismo tiempo que denunciaba las menores retribuciones de la mujer trabajadora respecto a los hombres. Pidiendo "un impulso femenino a la industria asturiana para que la región pueda crecer en número de compañías y empleos".
Y luego durante su mandato podemos observar que la destrucción de empleo femenino industrial es alarmante. El caso de Autotex 207 puestos de trabajo perdidos, un 85% de ellos femeninos y un proyecto clave para la diversificación del tejido industrial de Asturias. Esta factoría recibió en 2001 casi tres millones de euros en subvenciones procedentes de los fondos mineros. O también el caso de Cerámicas San Claudio que también después de absorver cuantiosas ayudas parece que va a dejar a 146 personas en la calle un 70% de ellas mujeres.
Lo que supondrá un importante incremento del paro femenino en una comunidad que como dije antes tiene la población femenina más formada de España y en la que no encuentran una salida laboral digna a su cualificación. Por lo que muchas de ellas se ven obligadas a la emigración a otras regiones en las que se valoren sus cualidades. Lo que supone un claro ejemplo de que la "paridad" sólo se refleja en las listas electorales, o en mostrar alcaldesas en proyectos electorales. Luego el mercado laboral nos enseña que en Asturias la paridad, la igualdad o como lo queramos llamar está por desgracia a años luz de conseguirse.

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